Todos experimentamos dificultades, problemas y tribulaciones a través de la vida. Lo primero que debemos entender es que eso es perfectamente normal. Cristo dijo:
“En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)
Usualmente, también buscamos las formas para solucionar esos problemas. Todas de esas soluciones básicamente hacen una de estas dos preguntas: “¿Qué puedo hacer para solucionar esto?” o “¿Qué puede hacer Dios para solucionar esto?”
En otras palabras, tratamos de solucionar el problema por nuestra cuenta o dejamos que Dios los solucione. Obviamente, es más sabio dar tus problemas a Dios. Por lo tanto, en el medio de tus problemas, “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia”. (Proverbios 3:5) “Confía que Dios resolverá todos tus problemas. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”. (Isaías 26:4).
Durante tus tribulaciones deberías confesar frecuentemente el Salmo 91:2, Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Es mas, cuando estás verdaderamente confiando en Dios, no hay por que preocuparse. Jesús dijo, “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. (Juan 14:1)
Haz esto tu lema; “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”. (Salmo 20:7)
Confía en nuestro Señor y Dios todopoderoso en cada área de tu vida, aun durante tiempos de problemas, por que cada problema te da una oportunidad de confiar en Dios.
¡Sigue estos consejos y veras que todo te saldrá bien!